«Hace muchísimo tiempo existió algo desprovisto de nombre cuya forma desconocida ocultó tanto el cielo como la tierra. Al verlo, los dioses lo sujetaron comprimiéndolo contra el suelo y lo retuvieron pegado a este. Brahma hizo que los dioses lo ocuparan y lo llamó: Vastu-Purusha Mandala”
Extraído de un antiguo texto hindú.
Mandala es una palabra sánscrita que significa “Circulo Sagrado”.
Es una representación simbólica y arquetípica del universo, la creación, la eternidad, el cosmos, la vida, la integridad y el todo.
Espiritualmente los Mandalas están considerados como centros de energía, equilibrio, purificación, aceptación, potencialidad y sanación. Muchas culturas utilizan los Mandalas como instrumento básico para la contemplación de lo divino, para la meditación y la oración, como forma de expresión del propio ser y como una forma superior de arte.
El hecho de que en tantas tradiciones existan Mandalas, se debe a que las formas concéntricas sugieren la idea de perfección, y el perímetro de la circunferencia el eterno retorno de los ciclos de la naturaleza (las estaciones del año, el ciclo lunar, todos los cuerpos celestes al girar en torno a su centro inerte, el ciclo de la vida…), por eso los Mandalas también simbolizan la “Rueda del tiempo”.
El círculo es la forma geométrica más perfecta, simboliza la unidad, la totalidad y la verdad. Dentro de esta forma básica podemos encontrar formas simbólicas, geométricas, sílabas, ideas, deidades sagradas o seres iluminados (budas), formas divinas y humanas, formas terrenales y cósmicas, que siempre nos remiten al eje central; sin embargo la espiral, es en ella misma un mandala, ya que su movimiento constante surge de un centro y retorna a él.
“En general, todos los mandalas tienen significados externos, internos y secretos. En el aspecto exterior representan el mundo en su forma divina, en el interior un mapa mediante el cual la mente ordinaria puede transformarse en la experiencia de la iluminación, y en el aspecto secreto muestran el perfecto equilibrio de las energías sutiles del cuerpo y la dimensión de la clara luz de la mente. Se dice que la creación de un mandala de arena purifica estos tres niveles”.
Texto extraído del libro “Los Chakras – Mandalas de Energía”
Autora Tat – Montserrat Estrada
Edit. mtm